-Opta por alternativas menos dañinas con los ecosistemas
-Son de los primeros organismos que colonizaron el planeta, ¡imagínate su importancia!
En muchos países alrededor del mundo es una tradición adornar estas fechas navideñas con musgo y heno, sin embargo, ahora con tanta gente queriendo hacer lo mismo ya resulta una actividad que pone en peligro la vida de estas bellas plantas. Veamos porqué:
¿Qué son los musgos?
Son plantas epifitas es decir, que crecen sobre las rocas, tronco de árboles y ramas, incluso a veces sobre otras plantas, es frecuente encontrarlas como alfombra en bosques húmedos.
La extracción de musgos y otras plantas epifitas, conocidas comúnmente como plantas aéreas pueden tardar años en volver a crecer. Su extracción tiene un fuerte impacto en el ecosistema, pues disminuye la humedad de los bosques, aumenta la erosión de los suelos, la pérdida de suelo para la germinación de semillas y la contaminación ambiental.
Son plantas huéspedes no parásitas, por lo tanto, no matan al organismos del cual se sostienen. Viven en lugares húmedos o cerca del agua, son capaces de captar la humedad que se encuentra en forma de niebla y la condensan a estado líquido en forma de agua.
Son de gran importancia porque ellas se encuentran entre los primeros organismos que colonizan las rocas, pues, al crecer sobre ellas, modifican la superficie formando un sustrato en el que se pueden arraigar otras plantas de mayor tamaño.
Su distribución mundial es amplia. Forman parte de una extensa división de plantas que abarcan más de 20 mil especies en todo el mundo, llamadas briófitas (musgos, helechos, líquenes, etc.).
Otras plantas epifitas usadas en esta temporada son las bromelias, piperáceas, orquídeas, líquenes y helechos.
En el pasado, los musgos eran muy abundantes en los alrededores de la Ciudad de México, sobre todo en los terreno de bosques de encino y oyamel, como el Desierto de los Leones, el Ajusco, Milpa Alta o Xochimilco; sin embargo, por la elevada e ilegal extracción para los arreglos navideños ya casi no existen y, como su desarrollo es lento, los recolectores tienen que adentrarse más profundo a los bosques, depredando así otras zonas, no sólo de nuestros alrededores sino de otros estados, como Veracruz, Oaxaca, Chiapas y Puebla.
Es tan importante su control y conservación a nivel mundial que incluso en Ecuador, pensando en estas fechas, existe una ley que prohíbe la explotación y venta de musgos y líquenes; mientras que en Japón, se impulsa su conservación a través del cultivo en jardines que, en lugar de césped (pastos), tienen un amplio número de especies de musgos, formando así bellos jardines con alfombras verdes de texturas diferentes.
En México la extracción de musgos requiere de autorización de Semarnat y de un programa de manejo simplificado para aprovechamientos forestales no maderables (Art. 55, Reglamento de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable). Además, la Norma Oficial de Mexicana (NOM-011-SEMARNAT-1996) establece los procedimientos, criterios y especificaciones para realizar el aprovechamiento, transporte y almacenamiento de musgo, heno y doradilla.
Beneficios e importancia del musgo para los ecosistemas
Los musgos y otras briofitas, también llamadas plantas hepáticas desempeñan un rol imprescindible en los ecosistemas, debido a que:
Son considerados como grandes esponjas, puesto que son capaces de retener hasta 20 veces su peso en agua. Absorben el exceso de agua de lluvia y la liberan lentamente en tiempo de secas.
Interceptan, absorben y retienen los minerales disueltos en las aguas lluvias, permitiendo la incorporación de éstos en el ecosistema y disminuyendo su lavado hacia los ríos y mares.
Brindan hogar y protección a un sinnúmero de microorganismos y pequeños animales, especialmente invertebrados.
Sirven de material de construcción de nidos para varias aves y pequeños mamíferos, como el colibrí o picaflor (Sephanoidesgaleritus).
Muchas especies de briófitas tienen la habilidad de fijar nitrógeno atmosférico mediante colonias de bacterias, contribuyendo en gran medida con la incorporación de este elemento en el ecosistema.
Son indicadores de la contaminación del suelo, del agua y la calidad del aire, ya que algunas son muy sensibles al bióxido de azufre, ozono y fluoruros volátiles.
Se consideran como posibles fuentes de sustancias antibióticas y antitumorales.
En México existen se reconocen alrededor de 980 especies de musgos, de los cuales 106 son endémicos (10.8 %), es decir, que son únicos de nuestro país, cuyos hábitats van desde la orilla del mar hasta las zonas alpinas de las montañas más altas. Sin embargo, son más abundantes en los bosques de oyamel, de encinos y bosques nublados. A nivel mundial, los musgos son el grupo con más especies con alrededor de 12,800, seguidos por las hepáticas, de las cuales se conocen entre 6,500 a 7,000 especies.
Si bien ya existen muchos programas de manejo y aprovechamiento de recursos forestales NO maderables -como las briofitas epifitas -las cuales por cierto son muy valoradas en el mercado ornamental y hortícola-, en nuestro país aún no existe un método de vigilancia o monitoreo que garantice que los musgos que se comercializan en los mercados locales son procedentes de estos programas de manejo.
Para ello, lo mejor es evitar comprar estos productos y, en su lugar, usar alternativas. Aquí algunas ideas.
Alternativas para usar adornos navideños en lugar de heno:
Aserrín pintado con tintes naturales
Piedras
Tela
Hojas secas
Mulch
Algún otro material reciclado
También se puede usar lágrima de niño, una plantita pequeña que se usa justamente para cubrir suelos y también da apariencia de alfombra.
En la imagen una bromelia (Tillandsia recurvata).
Recuerda que el límite es nuestra creatividad, así que a generar ideas y respetar los ecosistemas.
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