-La cantidad de personas desplazadas a consecuencia de desastres climáticos ya rebasa a los conflictos armados.
-La gran mayoría de los desplazamientos internos son provocados por la crisis climática.
En temporada de webinarios, zooms y demás formas virtuales de comunicación, el Vaticano no se queda atrás y, sabiendo que el Papa Francisco es particularmente sensible a los temas ambientales, dictó una conferencia para alertar a la humanidad sobre el aumento de los desplazados climáticos en el mundo.
El Vaticano señala que en el 2019 hubo más de 33 millones de nuevos desplazamientos humanos, de los cuales 24,9 se debieron a catástrofes naturales y 8,5 millones a causa de los conflictos y la violencia. Imagen: Ecos. Voces y Acciones A.C.
“Para empezar, les propongo retomar la famosa frase pronunciada por Hamlet, “ser o no ser”, y transformarla en “ver o no ver, ésa es la cuestión”. Todo, de hecho, empieza por nuestro ver, sí, por el mío y por el suyo”, así comenzó el Papa Francisco, el prefacio del documento “Orientaciones pastorales sobre desplazados climáticos”.
Entre los datos compartidos desde la Santa Sede, se destaca que la cantidad de personas desplazadas a consecuencia de desastres ambientales o climáticos ya rebasa a los conflictos. En el primer semestre del 2020 hubo 14.6 millones de nuevos desplazados: 9. 8 por desastres naturales contra 4.8 millones por conflictos y violencia.
La crisis climática está impulsando e intensificando el desplazamiento forzado de personas debido a los desastres naturales como huracanes, inundaciones, incendios o sequías. Se estima que, en una década, del 2008 al 2018 más de 253.7 millones de personas fueron desplazadas como consecuencia de desastres climáticos.
El Papa Francisco señala que el primer paso para sensibilizarnos ante los conflictos ambientales es "ver", reconocer la gravedad del asunto para después actuar sobre las causas de la crisis climática y sus consecuencias en el ámbito de la migración.
La crisis climática tiene un "rostro humano"
El desplazamiento climático ya es una realidad para millones de personas en todo el mundo, en particular para los habitantes de las periferias existenciales. Esta situación particular de vulnerabilidad es la razón de ser de estas Orientaciones, las cuales “son el resultado de una atenta escucha de las Iglesias locales y de numerosas congregaciones religiosas y organizaciones católicas que trabajan sobre el terreno en todo el mundo.
En el documento pastoral queda asentado que “el deterioro del clima es muy a menudo el resultado de decisiones equivocadas y de actividades destructivas, del egoísmo y de la negligencia, que ponen a la humanidad en conflicto con la creación, nuestra casa común”.
A diferencia de la pandemia del COVID-19, continúa el documento, que llegó repentinamente y que afectó a toda la población mundial al mismo tiempo, la crisis climática empezó hace años, a partir de la Revolución Industrial, y ha pasado tanto tiempo que es prácticamente imperceptible. Incluso ahora, sus repercusiones se manifiestan de manera desigual: el cambio climático afecta a todo el mundo, pero quienes menos han contribuido a ello son los que más sufren sus consecuencias negativas.
Sumado a ello, los desplazados ambientales no siempre están incluidos bajo la definición de categoría que requiere protección y no están explícitamente reconocidos en la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados de 1951, por lo que existe un vacío de protección para este sector.
De tal forma, el documento que busca ser una guía de acción de nivel mundial, plantea entre otras cosas intensificar las campañas de sensibilización climática, proporcionar alternativas y preparar a las personas para el desplazamiento, así como ampliar la atención pastoral. No te extrañes si a partir de este año empiezas a ver campañas ambientales y sermones climáticos en las iglesias.
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