Casi 1,2 millones de litros de agua fue utilizada para enfriar los reactores de Fukushima destruidos tras el terremoto del 11 de marzo de 2011. Ahora ese líquido radiactivo será lanzado al océano. El tema es muy controvertido en Japón, sobre todo porque el desastre nuclear causó una contaminación extrema en la costa de Fukushima.
A la fecha, los niveles de radiación en el mar de Fukushima es millones de veces más altos que lo permitido por la Organización Mundial de la Salud a nivel mundial, que es de 100 becquerel.
Con un solo becquerel que ingrese a nuestro cuerpo, es suficiente para dañar una célula que eventualmente se convertirá en una célula cancerosa.
Estados Unidos se convirtió en 1946 en el primer país en realizar pruebas atómicas en sus mares, poco despúes le siguieron Francia y Alemania, transformando los océanos en verdaderos campos de entrenamiento nuclear. A principios de la década del 90 los mares y océanos del mundo fueron considerados vertederos de desechos radiactivos.
Más de 200.000 toneladas de desechos, algunos de ellos altamente radiactivos, han sido arrojados a los océanos del mundo desde el siglo pasado. Varios submarinos nucleares, incluida la munición nuclear, fueron hundidos entre 1946 y 1993.
Con información de Agencias
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