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Agencias

Bonos de plástico en América Latina

-El primer proyecto de este tipo surge en Argentina, Cabelma es pionera en ofrecer bonos de plástico al mercado internacional.


-Se reciclan insumos pesqueros de la Patagonia, como redes, cajones, sogas y boyas.

Es el primer proyecto de bonos de plástico de Latinoamérica y al frente se encuentra la empresa Cabelma, encargada de limpiar, triturar y tratar los residuos para incorporarlos en procesos de extrusión para la producción de distintos productos. La empresa ya recolectó y recicló más de 100 toneladas de plástico.

La primera compra de bonos de plástico de la Argentina se realizó por US$790 la tonelada.

Cabelma aprobó la auditoría de PCX que exige el cumplimiento de los estándares internacionales PPRS y, de esta forma, recibió la acreditación de la organización para emitir bonos de plástico, los cuales se ofrecen mediante la página web de PCX Markets o a través de la Fundación Banco de Plásticos.

"Los bonos de plástico son una herramienta ambiental, que certifican que el titular ha sido responsable por la recolección y el reciclado del equivalente a una tonelada de desecho plástico", señaló Carlos Briones, presidente de la Fundación Banco de Plásticos.

La Fundación Banco de Plásticos es una organización multisectorial que nace con el propósito de promover el reciclado de este material.

Con su enfoque basado en bonos de plástico, proporciona una solución para financiar su reciclado, impulsar la economía circular y fomentar la responsabilidad ambiental de las empresas.

"Para entender cómo nacen los bonos de plástico, primero es necesario entender por qué motivo no se recicla más que el 13% de los plásticos en Argentina. No es por una cuestión técnica, de abastecimiento u otro motivo. Es por una cuestión económica. Es decir, los costos de reciclar ciertos plásticos son tan altos que no se terminan reciclando", explicó el director de Cabelma, Francis Van Lierde.

"Entonces, para poder solucionar esto, se desarrollan los bonos de plástico como herramienta para que los recicladores puedan cobrar un plus para poder sustentar sus costos y de esta manera, recicla más", y añadió que "por el otro lado, las empresas que compran los bonos pueden adjudicarse la responsabilidad por la cual se recolectan y se reciclan esos plásticos", señaló el empresario ambiental.


Por su parte, el presidente de la Fundación Banco de Plásticos, Carlos Briones, destacó que "los bonos de plástico son una herramienta ambiental, que certifican que el titular ha sido responsable por la recolección y el reciclado del equivalente a una tonelada de desecho plástico".

"Es una solución sencilla, transparente y escalable para abordar la problemática de los plásticos. Esto logra promover la industria de recolección, transporte y reciclado de plásticos", remarcó Briones, quien puntualizó que "en Argentina, Borneo Readers es pionera en adquirir bonos de plásticos".

"Nos enteramos de que la Fundación ofrecía bonos de plástico y nosotros nunca habíamos escuchado nada al respecto. Tuvimos una reunión con ellos donde nos explicaron cómo funcionaba y nos pareció una excelente manera de mostrar el compromiso que tenemos en Borneo con el medio ambiente", subrayó el gerente general de la empresa, Iván Shemi.


Explicó que la compañía decidió "avanzar con la compensación de nuestra huella de plástico por dos motivos", y precisó que "primero, porque es una herramienta totalmente novedosa a nivel internacional, y que cada vez va a cobrar mayor relevancia, y como empresa estamos obligados a estar a la vanguardia".

"Segundo, creemos que nuestros clientes aprecian este tipo de iniciativas sustentables y compensar nuestra huella de plástico es una forma de generar fidelidad con nuestra comunidad", afirmó Shemi.

Borneo es una empresa ubicada en el barrio porteño de Villa Crespo, que diseña, fabrica y comercializa anteojos.

El Banco de Plásticos se inspiró en el concepto de los bonos de carbono y lo aplicó a la problemática del plástico.

Este enfoque permite a las empresas compensar su huella de plástico al adquirir bonos que certifican su responsabilidad en la recolección y el reciclado de este material.


Respecto al marco internacional, PCX es una organización que asesora a empresas sobre cómo trazar y ejecutar soluciones de manera efectiva durante el desafío de sostenibilidad de un socio, y es pionera en el mundo en establecer un Estándar de Reducción de la Contaminación Plástica (PPRS, por sus siglas en inglés), un protocolo para la emisión de bonos de plástico.

Asimismo, PCX en alianza con el socio comercial PCX Markets desarrollaron una plataforma que vincula a cooperativas, emprendedores y empresas que reciclan plásticos con compañías o marcas que buscan compensar su huella de plástico.

Es decir, empresas que usan plástico virgen en sus envases, packaging o productos pueden certificar ser plástico neutro compensando el plástico que introducen al mercado mediante el reciclaje por sus propios medios o, como ofrece la Fundación Banco de Plásticos, mediante la adquisición de bonos.

¿ CÓMO ES EL PROCESO PARA EMITIR BONOS DE PLÁSTICO ?


El director de Cabelma, Francis Van Lierde, explicó que "para poder emitir los bonos de plástico, un reciclador se debe poner en contacto con la fundación Banco de Plásticos que lo acompaña a lo largo de todo el proceso". Para ello, el reciclador debe aprobar una auditoría que la realiza un tercero competente.

En esta auditoría, indicó Van Lierde, "se verifican que se cumpla con todos los requerimientos establecidos en el protocolo internacional en el cual nos basamos en el Banco de Plásticos, que es el protocolo PPRS de PCX (Plastic Credit Exchange)". "Una vez que los bonos de plástico son adquiridos por una empresa, el Banco de Plásticos cobra una comisión que permite solventar su trabajo y el resto es propiedad del reciclador. Esos fondos son destinados a que pueda solventar los costos de su reciclaje y al mismo tiempo sirva de incentivo para que pueda reciclar más cantidad", señaló el ejecutivo a Télam. Asimismo, destacó que "comprar los bonos de plástico es realmente sencillo", y precisó que "se ofrecen en una plataforma abierta y en línea donde cualquier empresa de cualquier parte del mundo puede acceder a un menú de proyectos de reciclado de plásticos". Van Lierde remarcó que "este es un mercado voluntario y transparente, en el cual los precios están definidos por oferta y demanda".



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