Los diferentes colores de las zanahorias provienen de diferentes partes del mundo, donde cada color tiene su propia historia y beneficios particulares para la salud.
Rojas: originarias de China e India y son más ricas en licopeno y betacaroteno, sin duda son benéficas para la salud ocular.
Amarillas: son del Medio Oriente y contienen altas cantidades de xantofila y luteína, lo que ayuda a minimizar el riesgo de endurecimiento de las arterias.
Blancas: tienden a ser más suaves y con alto contenido de fibra. Se pueden encontrar principalmente en Afganistán, Pakistán e Irán.
Moradas: provienen del Medio Oriente y Turquía, tienen un sabor más dulce y en ocasiones picante, son un potente antioxidante. Las zanahorias de Afganistán son de color púrpura por fuera y anaranjada por dentro.
Anaranjadas: son las impostoras, en el siglo XVII, gracias al interés de los holandeses en que una hortaliza tuviera su color nacional, el de la casa real de Orange, cruzaron e injertaron diferentes variedades hasta que dieron con su color.
Podemos decir que el color no afecta al sabor, aunque impresiona sentir esa "incoherencia" de comer una zanahoria que no sea naranja.