En su primer discurso dedicado al tema ambiental, la primer ministra de Reino Unido Theresa May, declaró la guerra a los plásticos al anunciar una serie de medidas radicales para reducir significativamente estos contaminantes.
Entre estas medidas están:
1. El cobro por las bolsas de plástico en todas las tiendas del país.
2. Todos los supermercados deberán tener estanterías “libres de plásticos” para impulsar a un cambio drástico en la industria de los embalajes.
3. Eliminar el uso de cubiertos y vasos de plástico, de un sólo uso, en las dependencias del Gobierno.
4. Destinar un porcentaje de la ayuda exterior a la limpieza de los océanos.
5. Difundir entre los jóvenes de todo el país la importancia de erradicar el plástico de nuestras vidas y el reciclaje de los residuos.
En parte estas medidas derivan de la decisión de China de restringir la importación de plásticos provenientes de Europa y Estados Unidos, por lo cual los grupos ecologistas las han calificado como “greenwashing” (lavado verde). Recordemos que en 2013 China puso en marcha la operación “Valla Verde” para mejorar la calidad de la basura que importaba.