El mezquite tiene gran potencial para rehabilitar suelos contaminados por fertilizantes, entre otros en procesos de fitorremediación. Así lo ha demostrado el doctor Daniel González Mendoza, investigador del Instituto de Ciencias Agrícolas (ICA) de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), quien analiza los mecanismos bioquímicos y fisiológicos de dos especies de mezquite Prosopis juliflora y Prosopis glandulosa, que destacan por su capacidad para tolerar la salinidad y el estrés hídrico.
Recordemos que el mezquite es un árbol que se distribuye principalmente en ambientes áridos y desérticos, como el norte de México.