El lago de agua salada Poopó era el segundo lago más grande de Bolivia solo después del Titicaca. Situado en el departamento de Oruro, junto a la frontera con Chile, tenía una extensión de 2.337 kilómetros cuadrados. Sin embargo, el mes pasado fue declarado como zona de catástrofe ambiental y ha quedado reducido a tres humedales de menos de un kilómetro cuadrado y cerca de 30 centímetros de profundidad.
La sequía en el Poopó provoco la desaparición de cerca de 200 especies de aves, mamíferos y peces, además de tres tipos de flamencos en peligro de extinción. Los costes humanos también resultan altos cerca de 900 familias de tres comunidades urus (Llapallapani, Vila Ñeque y Puñaka Tinta María) sufren por la sequía del lago Poopó. La mitad de esta población ha comenzado a migrar a municipios vecinos o a las ciudades de La Paz y Oruro, en busca de mejores oportunidades de vida, ya que su fuente de trabajo la pesca desapareció.
En la región operan varias minas, entre ellas Huanuni -la mina estatal de estaño más grande-, que a falta de un dique de colas vierte residuos tóxicos al lecho de un río que desemboca en el Poopó.
Desde los años 80, la empresa minera Inti Raymi usó grandes cantidades de agua del río Desaguadero para sus operaciones. Ese río alimenta al lago Poopó y la empresa desvió sus aguas para llenar su lago artificial, señaló hace unos días el investigador del Cedib, Jorge Campanini.
“Lo que sucede con el Poopó se debe al factor climático y a la actividad minera en la zona. El lago estaba “condenado a muerte”, un proceso que tomaría 500 o 600 años, pero la actividad humana contribuyó a acelerarlo”
Respecto a las acciones para tratar de recuperar el lago, Campanini dijo que hay dos acciones inmediatas que se pueden acometer: una es dragar el lago porque está lleno de sedimento y la otra es garantizar un flujo racional de entrada de agua para recuperarlo por etapas.
Además, dijo, tendría que activarse el cumplimiento de todas las leyes mineras y ambientales, lo que significaría, por ejemplo, que la Empresa Minera Huanuni tenga un dique de colas para sus desechos. Dados los pasos iniciales, dijo que “lo titánico” sería intentar un manejo integral de la cuenca.
Está previsto que la Unión Europea (UE) financie la fase de recuperación del lago en el 2017, sin embargo, es importante la inserción del tema ambiental en las actividades mineras de tal manera que se permita minimizar el impacto ambiental y otro factor muy importante es exigir el compromiso social que toda actividad minera pueda generar y de esta forma mejorar la calidad de vida de los pobladores.
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