Cuatro diseñadores del Royal Collegeof Art y del Imperial College, en South Kensington, Londres, han desarrollado una manera de reutilizar la cáscara de los camarones y la cola de langosta.
The Shellworks, como se llama el proyecto, es un bioplástico generado al combinar vinagre y quitina, la sustancia fibrosa que es el componente principal en las conchas de los crustáceos. Actualmente existe una versión comercial de quitina, llamada quitosano pero es extremadamente costosa.
El equipo The Shellworks creó cinco de sus propias máquinas, llamadas Shelly, Sheety, Vaccy, Dippy y Drippy, que manipulan la rigidez, flexibilidad, grosor y translucidez de la quitina.
La gama resultante de productos potenciales incluye maceteros autofertilizantes, envases de ampollas para pastillas y envases de alimentos, que pueden reciclarse o compostarse. Al hacer este proceso más accesible y asequible, The Shellworks espera que se pueda utilizar como alternativa a los plásticos de un solo uso.
https://www.theshellworks.com/
